¿Por qué el Coaching no funciona?

 

Sí. Has leído bien. El Coaching no funciona. Como Coach me encuentro a diario con personas que inician un proceso de Coaching buscando respuestas, queriendo cambios en sus vidas, anhelando un empujón para avanzar.

Sin embargo, una vez comenzado el proceso, comienza también el trabajo duro. Normalmente los frenos (creencias, hábitos, miedos…) no son fáciles de eliminar del camino, y aunque son capaces de trabajar durante un tiempo en aquello que les está frenando, incluso aunque lleven a cabo ciertos cambios y el resultado sea satisfactorio, solo unos pocos llegan a realizar cambios verdaderamente transformadores y permanentes, llegan a alcanzar plenamente los objetivos propuestos.

¿Por qué el Coaching no funciona? Porque hace falta COMPROMISO firme con uno/a mismo/a. No basta con querer cambiar. No basta con querer encontrar soluciones. No basta siquiera con buscar la ayuda de un profesional, en este caso un Coach. El Coaching solo funciona cuando el COMPROMISO con uno mismo/a es mayor que cualquier otra motivación.

Hay otras culturas (principalmente anglosajonas) que tienen más interiorizado el tener un Coach en sus vidas bien para mejorar sus carreras profesionales, para lograr equipos más eficientes en sus empresas, o para alcanzar las metas personales que se les resisten. En nuestra cultura latina se dice que buscan la ayuda de un Coach aquellos que se encuentran en una situación en la que el dolor/dificultad que viven es mayor que el esfuerzo que les va a suponer trabajar consigo mismos para eliminarlo de sus vidas. ¿Por qué esperar hasta ese punto? ¿Estamos demasiado apegados a nuestra zona de confort?

Todos entendemos perfectamente que un atleta profesional, un futbolista o jugador de tenis, tenga un entrenador o coach particular. Entendemos que estos deportistas se enfrentan constantemente a grandes retos y que tanto para soportar la tensión que esto supone como para ser capaces de ganar al contrario y mejorar sus marcas necesitan la ayuda de un entrenador. A ningún equipo de fútbol, baloncesto o rugby se le ocurriría existir sin un entrenador. No basta el capitán del equipo, el líder. Hace falta un entrenador que dirija al equipo hacia su mejor versión, para ganar todos los partidos.

Entonces, un equipo de directivos que dirige una empresa ¿por qué no va a tener un entrenador personal o Coach que les ayude a “vencer” en cada lucha diaria, les ayude a alcanzar sus objetivos, a mejorar sus ventas, a tener una comunicación que les reporte una mayor eficiencia, etc.? Y tú, ¿por qué no vas a contar con un entrenador personal o Coach que te ayude a ser el número uno de tu vida, a ganar la medalla de oro en tus relaciones, en tu carrera profesional, en tu competencia, en tu felicidad…?

Puede que tu vida no esté tan mal (claro que podría ser peor), puede que pienses que no necesitas a nadie para ayudarte, o puede que tengas miedo a enfrentarte con tu realidad por si descubres que haciendo algún cambio podrías vivir una vida mejor o por lo duro que te parece llevar a cabo ese cambio.

Yo te aseguro que contar con un Coach personal puede ayudarte y SÍ FUNCIONA. Solo necesitas COMPROMETERTE contigo mismo/a y empezar a trabajar.

Compromiso cima ROE

¿Qué harías si no tuvieras miedo?

La realidad actual es que nos encontramos inmersos en un momento de cambios continuos. Cambios que se reflejan en nuestra sociedad y que están afectando nuestra manera de vivir y enfrentarnos a la vida. Muchos amigos me hablan de sus carreras profesionales; hay incertidumbre, también conformismo y mucho miedo. Siempre les contesto: “es el momento de reinventarse”, y todos coinciden en que es así pero solo unos pocos se atreven a hacerlo.

La mayoría de ellos se mantienen a flote como pueden en trabajos que no les hacen felices pero que les dan la tan buscada “seguridad económica”. Incluso a algunos la vida les dio la oportunidad de tomar nuevos derroteros más satisfactorios regalándoles con un despido y han vuelto a trabajos similares en los que se consumen día tras día. En el plano personal muchos sobreviven en relaciones grises que hace años acabaron o que nunca debieron empezar, buscando excusas para no romperlas o justificando su decisión porque podrían estar peor o por no hacer daño a sus hijos. Otros se mueven de flor en flor sin querer dejar marchar a su Peter Pan para no tener que enfrentarse a su verdadera realidad.

Solo unos pocos son lo suficientemente osados y valientes como para reinventarse y apostar por nuevos rumbos que les permiten ser realmente ellos, ser más felices y trayendo finalmente una mejor calidad de vida para todos aquellos que les rodean.

¿Qué les diferencia a unos de otros? La diferencia es que estos últimos no tienen miedo. Bueno, sí lo tienen, y a la vez son lo suficientemente valientes como para no dejarse paralizar por él.

Sin duda el miedo es una elección. El peligro existe pero tú elijes tener miedo o no.

Sin lanzarte a vivir de manera irresponsable, haz hoy aquello que tu corazón te pide. ¿Cuánto tiempo estás dispuesto a seguir viviendo con miedo? Nunca volverás a ser tan joven como hoy. Dile a esa chica que la quieres. Deja tu trabajo frustrante y comienza a trabajar en lo que siempre has soñado. Ten ese hijo que deseas. Termina con esa relación que es una farsa, o que es tóxica y asfixiante. Ponte a estudiar lo que siempre quisiste estudiar. Vende tu casa y acepta esa oferta de trabajo en otro país. Apúntate a clases de baile. Pide perdón a quien ofendiste. Mírate al espejo y di que te amas tal como eres…

¿A qué esperas para comenzar a vivir la vida que siempre has deseado vivir?

En este mismo momento las dificultades existen, el fracaso es posible y aún así hay miles de personas despidiendo a sus miedos de sus vidas y haciéndose los dueños de su destino. No son diferentes a ti. ¿Qué te impide ser uno de ellos?

Foto cabo mar