10 cosas útiles para tu vida que puedes aprender en el Camino de Santiago

Hace unos días MotivarT se embarcó en la aventura de hacer a pie el Camino de Santiago. El Camino es una experiencia que, al menos una vez en la vida, es recomendable vivir. Durante tantos kilómetros recorridos aprendes muchas cosas. Aquí os dejamos las 10 más importantes que el Camino te enseña para tu vida:

1.- Ponte un objetivo y planifica tus metas diarias. No basta con querer llegar a Santiago de Compostela. Si empiezas a caminar en dirección opuesta estarías cada día alejándote un poco más. Por eso es tan importante planificar el camino que vas a seguir, qué etapas vas a hacer, qué vas a necesitar, dónde vas a parar… Tú pones tus límites.

2.- Escucha a tu cuerpo; cuídate, respétate y quiérete. Cuando caminas cada día mimas tus pies, tus rodillas, tu espalda. Haces estiramientos, te das masajes, descansas para recuperarte… En el camino de la vida sin embargo el cuerpo es para la mayoría de nosotros ese gran olvidado. No prestamos atención a los mensajes que nos lanza y a veces llega un momento en que para hacerse oír tiene que pararnos de golpe.

3.- Si hay contratiempos busca con qué recursos cuentas para hacerles frente o busca rutas alternativas. Cuando caminas no puedes elegir el tiempo que hace o los contratiempos que pueden surgir. Sí puedes elegir qué hacer: detenerte, volver atrás, buscar ayuda, preguntar a otros cómo lo hacen ellos, buscar qué necesitas para seguir adelante.

4.- En la vida no caminas solo. Otros están viviendo experiencias similares, recorriendo tu mismo camino. Aprende de ellos, comparte con ellos. A veces necesitas ayuda. Otras encuentras personas que te necesitan a ti. Además, como en la vida, el Camino es un encuentro de culturas y formas de ver la vida. Si abres tu mente a todo esto puedes aprender siendo humilde, tolerante y empático.

5.- Conócete; tus puntos fuertes y débiles. El Camino es un gran maestro para esto. Mientras caminas vas descubriendo un poco más cómo eres. Conocerte es esencial para planificar metas realistas y alcanzables, para descubrir cuánto potencial tienes aún para poder crecer, para saber cuándo pedir ayuda, para poder compartir con los demás todo lo bueno que hay en ti.

6.- Vive aquí y ahora: A veces, caminando, nuestra mente se distrae, vuela y se entretiene en sueños, elucubraciones o análisis. Olvidamos mirar a nuestro alrededor y prestar atención a lo que nos rodea. Caminando aquí y ahora podemos disfrutar de la belleza del Camino y tomar el camino correcto sin despistarnos ni perdernos ninguna señal que nos da la vida.

7.- Sé agradecido; el Camino, igual que la vida, te regala mil motivos para serlo. Una mano amiga que te ayuda a subir o bajar una pendiente, un consejo de alguien que ya pasó por esa etapa del camino antes que tú, una ducha caliente al terminar la jornada, un plato de comida en buena compañía, un paisaje maravilloso o una fuente de agua en el camino. Muchas veces no valoramos estas pequeñas cosas porque damos por hecho que siempre estarán ahí, y no valoramos su importancia hasta que las perdemos.

8.- Detrás de las nubes siempre está el sol. En ocasiones se hace más difícil caminar porque el día se presenta lluvioso. Aún así sigues avanzando porque sabes que en algún momento saldrá de nuevo el sol. Aprendes a seguir avanzando porque te motiva algo más grande: llegar a tu meta.

9.- Viaja ligero de equipaje. En el Camino llevar una mochila ligera hace más fácil avanzar. En la vida solemos caminar con demasiado peso a nuestras espaldas. Cuando te desprendes de cosas te das cuenta de que puedes caminar con menos y que es más fácil llegar más lejos.

10.- Celebra tus pequeños logros de cada día. Cada etapa del Camino finalizada es una meta alcanzada, un motivo más para sentirte satisfecho y orgulloso por haberlo logrado. Muchas veces en la vida olvidamos celebrar nuestros logros y perdemos la conciencia de que somos merecedores de esa celebración. No lo olvides.Camino Santiago 2014

Alcanza tu mejor versión

Ya no recuerdo la primera vez que oí esta frase pero sí recuerdo que me gustó.

Yo me encontraba en un momento de catarsis personal y profesional y solo tenía claro que el cambio era necesario, era lo que tocaba hacer, era algo que surgía sin esfuerzo, y era para mejor; eso seguro.

Me gustó lo de “alcanzar mi mejor versión”, sonaba bien. Me imaginaba a mi clon al lado mío, con un mejor aspecto, más reluciente y nuevo, como los juguetes recién sacados de la caja la mañana de Reyes cuando los ponías al lado de los antiguos.

Ese clon mejorado, además, se replicaba hasta infinito. Me veía en una sucesión de “YOs” puestos en fila, cada cual con mejor aspecto. Bueno, no solo tenían un mejor aspecto (hardware) sino también un mejor software (lo que llevo por dentro y me hace ser lo que soy).

Es curioso cómo ahora, a todas horas, estamos recibiendo mensajes en el teléfono móvil o en el ordenador comunicándonos que hay nuevas versiones disponibles del software, o de la aplicación que sea, listos para que nos las descarguemos y corramos a ver las maravillas que nos deparan. Acabas de actualizar una y ya está lista una versión mejorada. Cuando recibimos ese mensaje ni nos cuestionamos si descargar la nueva actualización o no. Para eso siempre hay tiempo. Nadie quiere quedarse obsoleto. Queremos sin duda tener la mejor versión.

Pero, ¿qué ocurre con tu software interno? ¿Te planteas siquiera actualizarlo? Y si lo haces, ¿eres capaz de pararte un momento y dedicarte a ti mismo el tiempo que necesitas para eso?

El primer paso es dedicarte ese tiempo con cariño para conocerte mejor y saber dónde estás aquí y ahora. ¿Cómo vas a saber qué incluirá tu mejor versión sin pararte a analizar en qué versión te encuentras, qué códigos incluye la actual o en qué lenguaje de programación está escrito tu software?

Te invito a que hagas un alto en el camino y te dediques hoy un rato a ti mism@:

-¿Dónde te encuentras?

-¿Quién eres?

-¿Qué te mueve?

-¿Qué buscas?

-¿Qué harías si no tuvieras miedo…?

Cuando respondas a estas preguntas habrás iniciado el camino hacia el alcance de tu mejor versión. Desde ahí te podrás plantear cuál es la que quieres llegar a alcanzar. 

 

¿Estás preparado para empezar?…

 

 

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